Conocimiento
LA PALABRA DE DIOS
La palabra de Dios ha sido revelada en las Escrituras y en su Hijo encarnado, Jesus, al describir la importancia de las Escrituras eternas dijo "No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mt 4.4). Tambien recomendó escudriñar con constancia la Palabra de Dios, "Escudriñad las Escrituras... ellas dan testimonio de mi". No hay salud ni crecimiento en la vida cristiana si no se establece claramente la prioridad de la Biblia en la vida individual y colectiva. Las Escrituras son la norma definitiva de nuestra fe, moral y práctica cotidiana, y el alimento para nuestro crecimiento en fe, santidad y servicio efectivo. El Espiritu Santo que nos llena es la misma Persona que nos ha dado este libro para nuestra guía y sostén.
LA SANGRE
Desde el huerto del Eden, hasta el huerto del paraíso celestial, la sangre del sacrificio constituye el testimonio permanente de la gracia de Dios. Al igual el hombre caído fue vestido con las pieles de los animales sacrificados por el mismo Dios (Gen 3:21), la sangre del Cordero se derramo para revestir con la justicia de Dios a los que acepten recibir esta gracia. Este es el cantico de quienes hacen este pacto con Dios por medio del "sacrificio". Asi Dios traerá a si a "los que hicieron conmigo pacto con sacrificio" (Sal 50:5), y por siempre entonaran la canción de los redimidos" "Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre" (Ap 1:5).
EL REINO DE DIOS
Toda la predicación, y las enseñanzas de Jesus se resume en estas palabras: "El reino de Dios se ha acercado" (Mc 1:15). El Señor vino como el Cordero-Salvador para rescatar y redimir a la humanidad, a darle a conocer el lugar que originalmente le correspondía como parte del orden divino. La vida y el ministerio del cristiano se fundan en la comprensión del Reino de Dios, que "No es comida ni bebida" " Si no justicia, paz y gozo en el Espiritu Santo" (Ro 14:17). Este tópico se trata en treintas y nueves breves artículos, bajo ocho encabezamientos: fundamento, terminología, mensajes, carácter, ministerio, conflictos, adoración, y profecía del Reino. Aqui hay un tesoro de materiales para trazar una perspectiva completa del Reino de Dios, la esencia de la vida y el mensaje de la Iglesia.
LA ORACION
La noche antes de su crucifixión, Jesus atravesó la privilegiada senda de la oración, abierta ahora a los suyos gracias a la Cruz. "Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre: pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido" (Jn 16:24). Atreves de su propio ejemplo, Cristo coloco la oración en el centro de la vida cristiana. Cuando oramos tranquilos, todos los demás aspectos de la vida fluyen sin dificultad, mientras la Palabra de Dios nos alimenta. Pero, la oración es un enigma para quienes la consideran algo demasiado, y un problema para aquellos que encuentran muy difícil establecer el habito de orar. Asi como para poner al descubierto aquellos secretos que ayudan a desarrollar ese habito, estimulando la reflexión que conduces a los creyentes a incorporal las normas prácticas de la vida de oración, y no dictando reglas. El resultado de ellos es una oración que trae consigo bendiciones y frutos a la vida.
EVANGELIZACION MUNDIAL
Desde las primeras manifestaciones del propósito de Dios de redimir a la humanidad caída, este señaló una "simiente" que llevaría a cabo la tarea (Gen 3:15). Esa "simiente de mujer", Jesucristo, estaba destinada a convertirse en la "simiente de Abraham", atreves del cual todas las naciones de la tierra serán benditas (Gal 3:29; Gen 12:3). Cuando el Señor dice a Israel, recién liberado de la cautividad egipcia: "Mia es toda la tierra", lo relacionaba con una misión encomendada a su pueblo: Meceréis un reino de sacerdotes" (Ex 19:5-6). Sin duda, aquel llamado los sacaba del cautiverio para enviarlos a una misión. Asi ha sido desde el principio de la historia bíblica de la redención: los redimidos son asignados ha evangelizar el mundo. Las Iglesias experimentan esta verdad: al recibir la gracia de Dios, y entonces, proclamar la verdad de Dios; ser llenos del Espiritu, e inmediatamente, llevar el mensaje hasta los confines de la tierra.
SEMILLA DE FE
A Jesus se la llama "la simiente" (Gen 3:15), a la Palabra de Dios se le designa como la "semilla" (Lc 8:11; 1 P 1:23), el crecimiento del creyente se compara con el de una planta (Jn 15), y la evangelización del mundo con la cosecha (Mt 13:30). Y estos son solo algunos ejemplos del simbolismo sobre la "semilla de fe" que utiliza la Biblia. Es muy conveniente que nos apropiemos firmemente de esta verdad, la esencia de la cual consiste en que lo poco que podamos ofrecer a Dios no limita las posibilidades de la fe. Cuando le damos algo de nuestras fuerzas, fe, recursos y habilidades, y lo depositamos en El, como se siembra una semilla, recibimos la garantía de una fructífera cosecha. Ello forma parte del orden de la creación, tanto en la esfera de lo natural como de lo espiritual, y debe ser aplicado a la vida práctica.
EL ESPIRITU SANTO Y LA RESTAURACION
La esperanza divina es el sello de calidad de la obra del Espiritu Santo. Como parte de la profecía de Pentecostés aparece esta promesa eterna: "Y os restituiré los años que comió la oruga" (Jl 2:25-27). El pasaje en su conjunto promete una recuperación total: un rasgo fundamental en la era del Espiritu Santo. De una manera que caracteriza las cualidades esperanzadoras de su ministerio de evangelización mundial.
PROSPERIDAD DE DIOS
Una serie de ejemplos señala el precio de seguir las sendas de la fe: desinterés, servicio, sacrificio y ofrendas. De Abraham a los apóstoles se observa la trayectoria del poder sagrado. Pero otra cosa salta a la vista: el tesoro de las bendiciones, prosperidad y abundancia. La ley esta inextricablemente inscrita en el orden divino: la fidelidad de ofrendar y servir es recompensada con abundancia, y esa prosperidad es continua mientras se mantenga la fe y las ofrendas.
Los Angeles
La esfera de lo invisible se describe constantemente en la Biblia como algo presente en nuestros medios, no como una realidad distante, si no presente. Los ángeles no aparecen ocasionalmente en la Biblia: se manifiesta continuamente, la palabra "Angel" aparece más de doscientas cincuenta veces en las páginas de la revelación eterna de Dios, en las Escrituras, describiendo no solamente cosas que han hecho, sino las que tienen que hacer en nuestros días, así como las hicieron en el pasado.
LA VENIDA DEL MESIAS
Dos estrellas proféticas brillan en la palabra de Dios " La estrella de la mañana" y "El lucero de la mañana". La primera anuncia la venida del nuevo día (Ap 22:16: astar en griego) que se cumplió en nuestro Señor Jesucristo, el Mesias prometido, quien a su vez anunció el día futuro de su regreso. Aquel en quien se cumplieron las profecías del Antiguo Testamento ha sido también llamado el "lucero de la manana" (2 P 1:9: phosphoros, en griego), el sol naciente que no tan solo anuncia el nuevo día, sino que reina sobre El, En el Nuevo Testamento Jesus promete: "Vendre otra vez", y con esa promesa sostiene un conjunto de otras promesas que se cumplirán a su regreso.
ORDEN FAMILIAR
Ningún tema está más cercano del corazón de Dios que aquel que atrae de nuevo la atención de todas las personas sensibles y llenas del Espiritu en nuestros días: la prioridad de la familia. Cuando las almas redimidas establecen su relación con Dios a trave de Cristo, es necesario, según las Escrituras, que den prioridad al estudio de las enseñanzas bíblicas sobre el orden divino que debe presidir la vida familiar. La biblia desarrolla su relato con una exposición dual de la salud de las relaciones familiares. Como es obvio, la primera pareja (Adan y Eva) se hallaban en paz, unida y experimentando el perfecto propósito de Dios de que los dos fueran una sola carne en su matrimonio. Pero otra familia aparece también, cuando se presenta a Dios, Padre de "Toda familia en los cielos y en la tierra" (Ef 3:14-15), en su papel de creador, sustentador y protector del destino de la humanidad.
VALOR HUMANO
Aunque caído, el hombre es de inestimable valor antes el Todopoderoso. Aunque incapaz de salvarse, el hombre, como criatura, representa para Dios lo mas elevado y mejor, hecho a su imagen y llamado a participar de su gloria. A la luz de la disposición de Cristo de entregar su propia vida por la redención del ser humano, tenemos una idea del valor que Dios le concede a este (1 P 1:18-19). De ahi que, en nuestra opinion, la perspectiva bíblica sobre el valor fundamental del individuo, tanto a los ojos de Dios como de uno mismo, es un elemento esencial para el crecimiento personal y el desarrollo de nuestras relaciones con Dios y las demás personas. Habiendo creado al hombre a su imagen, Dios a revestido a cada ser con un inestimable valor. Sus esfuerzos por la redención del hombre caído y pecador no ponen de manifiesto solamente el amor de Dios, sino su sabiduría al intentar recuperar lo que para Él es de infinito valor.
AMOR FRATERNAL
Quizás no haya advertencia mejor contra los riesgos de experimentar el poder de Dios que las recomendaciones de Pablo a los Corintios. Esta es una comunidad a cuál alienta y al mismo tiempo corrige energéticamente. Aunque celebra su experiencia con los dones del Espiritu, les insta a procurar la gracia del Espiritu: el amor. El llamado a crecer en amor es fundamental para cada principio o meta de la vida cristiana. 1 corintios 13 nos muestra el camino, llamando nuestra atención sobre el hecho de que no tiene valor ningún logro, don o sacrificio, si el amor no es la fuente y el sabor de todo.
DONES Y PODER DEL ESPIRITU SANTO
La obra maravillosa del Espiritu Santo ha estado en acción desde la creación, cuando Dios dijo "Sea la luz". Es atreves del Espiritu que se manifiesta el poder creador de Dios. Hoy en día, cuando la obra de la redención divina constituye la contrapartida de la obra de la creación, el mismo Espiritu Santo aparece como el vehículo de los dones y el poder redentor. Su obra inicial se manifesto junto a la Palabra de Dios (al confirma su verdad y promesa) y con la declaración del evangelio de Jesus, la luz del mundo.
LA SENDA DE LA ALABANZA
El ser humano fue creado para vivir y respirar en una atmosfera de adoración y alabanza a su Creador. La via atreves de la cual se recibe el poder divino debe ser preservada con el fluir de gozosas alabanzas que se elevan hacia su hacedor. La ruptura del vínculo bendicion-obedencia provocada por el pecado silencio la alabanza del ser humano hacia a Dios e introdujo el egoísmo, los sentimientos de autocompasión y queja, (Gen 3:9-12). Pero ahora ha llegado la salvación y la vida en Cristo, y ahora al haber recibido a Jesucristo como Salvador, la vida cotidiana nos llama a orar y leer la Biblia, para comunión y sabiduría. Pero nuestro diario camino a Dios en esa comunión debe estar recubierto de alabanzas "Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanzas" (Sal 100:4). Tal senda de alabanza alimentara nuestra devoción, fiel obediencia y gozo constante.
SANIDAD DIVINA
El dinámico ministerio de Jesus no solo refleja el corazón y el amor de Dios por la humanidad, sino su compasiva misericordia ante la necesidad que esta tiene de sanidad. La voluntad de Dios fue perfectamente revelada a su hijo: la nuestra debe ser como ponernos en armonía con esa perfecta y completa revelación. Al igual que la caída de la criatura humana introdujo la enfermedad como parte de la maldición, la cruz de Cristo ha abierto la puerta de la sanidad como parte de la obra de salvación. La sanidad está unida al poder con que Dios restaura los corazones, las vidas y los hogares rotos, así como los cuerpos enfermos. El sufrimiento asume una multiplicidad de formas, pero la sangre de Cristo no solamente cubre nuestro pecado con su amor redentor: sino que también ofrece sanidad a todas nuestras necesidades.
CONFESION DE FE
El propio Jesus estableció la importancia de comprender como opera la fe, cuando dijo "Conforme a vuestra fe sea hecho" (Mt 9:29). La fe que confía es llamada a convertirse en la fe que provee. En nuestros días, sea visto un renacer de la comprensión de este tema, pero mezclada con un gran caudal de ideas erradas y confusas que han suscitado frecuentes críticas y malos entendidos.
LA GUERRA DE LA FE
Pocas verdades han llegado hacer tan significativas para la vida de la Iglesia renovada en este siglo como el lugar y poder de la oración de guerra. Este llamado de ninguna manera disminuye la convicción de que la cruz de Jesucristo ha alcanzado la victoria completa sobre el diablo (Col 3:14-15). Por el contrario, este mandato a combatir depende lo que Él ha cumplido. Al igual la misión de evangelizar al mundo se funda en la completa provision de la salvación, la tarea de preparar nuestro esfuerzo evangelístico con el poder de la oración, que abre el camino para derrotar la obra de las tinieblas en nuestros días, se funda en la sangre del Cordero (Ap 12:9-12).